17 septiembre 2006

Para empezar podriamos decir que vemos un cielo, un cielo gris a las 16:00 horas, y una fina lluvia moja piedras, flores silvestres, y charcos anteriores. Huele a caracoles vivos y a romero. Situemos en la escena; un sauce, no esta por casualidad, podria ser un almendro o una olivera, incluso un pino de los que hay en las zonas bañadas por el Mediterraneo (un mar sin oxigeno, mierda!), pero es un sauce. Es triste, pero es mas facil que te caiga un rayo encima a que te toque la loteria, asi que es peligroso estar bajo ese sauce, pese a que no es muy alto. Logicamente hay tormenta. Una tormenta de cosas que no ocurriran nunca, que el protagonista puede envidiar bajo el sauce, por supuesto las cosas que no ocurriran son felices, no vayamos a estropear con este texto el titulo del blog. Asi que descartamos el peligro bajo el sauce porque jamas le caera ningun rayo, el protagonista absorve las connotaciones del sauce, asi es facil saber su estado de animo, su animo en estado puro. La escena absorve al personaje como una borrasca se come el mapa del tiempo, y no existe metereologo de grandes barbas, paloma y pasion. Afeitate el bigote que has vuelto a fallar.
Para acabar podriamos decir que no ha ocurrido nada, que no ha variado en absoluto la escena, y que no se si creerme lo de la tormenta, joder, ni todo lo demas, y todo es blanco y negro, gracias Don Jose Hierro. NO van a cambiar las cosas porque tu creas que si, no caera el rayo, si te tocara la loteria de mierda, genial no eres un niño muriendose de hambre en los confines de Africa. Podemos estar tranquilos, que suerte hemos tenido si, pero no me gusta pensar que tengo suerte de no ser uno de ellos, porque los siguientes eslabones dan pena, y, bien, soy un puto egoista, lo hemos dejado claro. Pero no me digas que todo va a salir bien porque no es verdad. No sera verdad. Nos quedaremos bajo el sauce contemplando la tormenta deseando dormir. Y aun asi no me sabe mal que tu seas nube.